martes, 27 de mayo de 2008
martes, 13 de mayo de 2008
martes, 6 de mayo de 2008
viernes, 25 de abril de 2008
Tenis / La Copa Davis
El héroe que se desahogó en un llanto conmovedor
Tras cinco interminables sets de un partido inolvidable, David Nalbandian contagió con su entrega y celebró como nunca el avance de la Argentina a las semifinales; extenuado, anticipó: “Contra Rusia podemos ganar o perder los cinco puntos”
Juan Mónaco disputaba el quinto punto de la serie ante Suecia que un rato antes había definido David Nalbandian con su victoria ante Robin Soderling por 6-4, 1-6, 4-6, 6-4 y 9-7. Lejos del estadio, en la exclusiva zona de vestuarios, ya no se oía el griterío. Allí se respiraban intimidad y satisfacción tras el éxito del unquillense, que le permitió a la Argentina acceder a una nueva semifinal de la Copa Davis.
Por ahí pasaba Martín Jaite, coach de David, con su orgullo por lo conseguido por su pupilo. Y también Diego Rodríguez, su kinesiólogo, que decía: "Sí, estamos contentos, claro. Pero vamos a ver quién lo arma mañana al Gringo". Mientras el corpulento y amable Christian Jerez, el hombre a cargo de la seguridad del equipo, se ocupa de que nadie esté donde no debe, llega Nalbandian, que ratifica: "Estoy muerto. Estaba mal acostumbrado a jugar sólo dos días como local".
Si las 4h9m que necesitó para ganarle al sueco hubieran sido sólo de tenis, quizá no habría sido tan duro. Pero además hubo tensión, incertidumbre, emoción. Sobre todo, una infrecuente emoción en el cordobés. "Sí, al final lloré, ¿viste? Me emocioné, me emocioné y… en realidad no sé por qué fue", cuenta.
–Por una descarga.
–Sí, fue una descarga, un desahogo por un partido muy chivo, muy duro, cerrado, complicado, en el que jugué mal, bien, alto, con drop, corrí, metí, me enojé, estuve arriba, abajo. Fue una mezcla de todo. Por eso me desahogué. Fue el partido que más me costó como local. Hasta que tuve los tres match points me sentí muy bien, pero cuando los perdí sentí que me había caído todo el cansancio de golpe y la verdad que lo sentí mucho. Me ayudó que gané fácil mi game de saque después para tomar aire.
–Otra vez te pusiste el equipo al hombro. ¿Te gusta esa situación?
–Me hubiese gustado terminar 3-0 y no tener que correr como un animal como me tocó. Hablamos con Luli por mi pierna (venía de sufrir una fatiga muscular en el muslo izquierdo), porque estuve más o menos en la entrada en calor. Pero le dije: "No estoy al ciento por ciento, pero quedate tranquilo que voy a dejar todo para ganar". Y así fue, pero tranquilamente podría haber perdido, porque Soderling demostró que es un jugador muy peligroso. Jugó muy bien el viernes como hoy (por ayer).
–¿Sentís que vos sos un plus que tiene la Argentina?
–La Argentina, y más de local, tiene la posibilidad de ganar los cinco puntos. Esta vez no se nos dio y hubo que jugar un domingo. Pero yo jugué con la tranquilidad de que si no ganaba estaba Willy atrás para definir. No es que si no gano yo no tenemos chances. De local tenemos equipo. Puede pasar que cualquiera de nosotros juegue mal, pero atrás hay respaldo suficiente.
–Más allá de tu mentalidad ganadora. ¿En algún momento sentiste miedo de perder?
–Miedo no, pero lo pensás. En el quinto set, break abajo, estaba al horno. Si afrontás las cosas con miedo no las podés dar vuelta. Creo que lo pude dar vuelta en el momento justo porque lo fui a buscar, me salieron algunas cosas, él sintió presión y se equivocó. En algún momento pensás que se te está escapando, pero seguís intentando para revertirlo.
–Jugar contra Rusia, ¿va a ser como una revancha de aquella final, aunque esta vez sean las semifinales?
–No sé, va a ser duro aunque juguemos en polvo, tienen jugadores de sobra para esa superficie también. La situación es la misma para los dos: podemos ganar o perder cualquiera de los cinco puntos. Igual falta mucho. Hay que ver cómo llegamos nosotros, cómo llegan ellos. Va a ser una serie sumamente dura y vamos a tener que jugar muy bien.
–¿Suecia fue una buena medida para no llegar confiados?
–Puede que nos ayude y esté bueno, pero hubiera preferido ganar 3-0. Ojo que no nos relajamos. Lo que sabés es que tenés más chances de ganar que de perder, pero en todo momento sabemos que cuando entrás a la cancha tenés que jugar bien para ganar y que no tenés que regalar nada. En la Argentina uno siempre quiere ganar.
–¿Qué fue lo primero que pensaste apenas ganaste y empezaste a sentir esa emoción?
–Ningún pensamiento en particular o persona, sino bronca y desahogo. Tenía necesidad de abrazar fuerte para descargar todo el estrés, la bronca y lo que se vivió.
–En la segunda mitad de la temporada vas a tener tres competencias muy importantes y cercanas en el tiempo: los Juegos, el US Open y las semifinales de la Copa Davis.
–Va a ser un mes y medio muy agitado. Trataré de jugar las tres cosas lo mejor posible.
Nalbandian devora medialunas para saciar tanto hambre después del esfuerzo. Se saluda con el actor Ricardo Darín y posa en la zona de vestuarios con una bandera que firmará para emoción de una chicas y que dice: "Vamos Argentina".
Una fundación para ayudar a los que lo necesiten
David Nalbandian presentará su Fundación hoy, a las 15.30, en el hotel Sheraton. “La idea es ayudar a discapacitados y a la gente que más lo necesite, como escuelas, comedores, hospitales. Hay una primera parte diagramada, según los fondos que se vayan recaudando, para ayudar al hospital público de Unquillo y otras entidades de la zona. Es una forma de devolver lo que recibí. Con la Fundación ampliás mucho más el poder de ayuda. Quiero tratar de ayudar a que vivan un poco mejor o tengan una posibilidad distinta de la que tienen”, dijo el tenista.
El héroe que se desahogó en un llanto conmovedor
Tras cinco interminables sets de un partido inolvidable, David Nalbandian contagió con su entrega y celebró como nunca el avance de la Argentina a las semifinales; extenuado, anticipó: “Contra Rusia podemos ganar o perder los cinco puntos”
Juan Mónaco disputaba el quinto punto de la serie ante Suecia que un rato antes había definido David Nalbandian con su victoria ante Robin Soderling por 6-4, 1-6, 4-6, 6-4 y 9-7. Lejos del estadio, en la exclusiva zona de vestuarios, ya no se oía el griterío. Allí se respiraban intimidad y satisfacción tras el éxito del unquillense, que le permitió a la Argentina acceder a una nueva semifinal de la Copa Davis.
Por ahí pasaba Martín Jaite, coach de David, con su orgullo por lo conseguido por su pupilo. Y también Diego Rodríguez, su kinesiólogo, que decía: "Sí, estamos contentos, claro. Pero vamos a ver quién lo arma mañana al Gringo". Mientras el corpulento y amable Christian Jerez, el hombre a cargo de la seguridad del equipo, se ocupa de que nadie esté donde no debe, llega Nalbandian, que ratifica: "Estoy muerto. Estaba mal acostumbrado a jugar sólo dos días como local".
Si las 4h9m que necesitó para ganarle al sueco hubieran sido sólo de tenis, quizá no habría sido tan duro. Pero además hubo tensión, incertidumbre, emoción. Sobre todo, una infrecuente emoción en el cordobés. "Sí, al final lloré, ¿viste? Me emocioné, me emocioné y… en realidad no sé por qué fue", cuenta.
–Por una descarga.
–Sí, fue una descarga, un desahogo por un partido muy chivo, muy duro, cerrado, complicado, en el que jugué mal, bien, alto, con drop, corrí, metí, me enojé, estuve arriba, abajo. Fue una mezcla de todo. Por eso me desahogué. Fue el partido que más me costó como local. Hasta que tuve los tres match points me sentí muy bien, pero cuando los perdí sentí que me había caído todo el cansancio de golpe y la verdad que lo sentí mucho. Me ayudó que gané fácil mi game de saque después para tomar aire.
–Otra vez te pusiste el equipo al hombro. ¿Te gusta esa situación?
–Me hubiese gustado terminar 3-0 y no tener que correr como un animal como me tocó. Hablamos con Luli por mi pierna (venía de sufrir una fatiga muscular en el muslo izquierdo), porque estuve más o menos en la entrada en calor. Pero le dije: "No estoy al ciento por ciento, pero quedate tranquilo que voy a dejar todo para ganar". Y así fue, pero tranquilamente podría haber perdido, porque Soderling demostró que es un jugador muy peligroso. Jugó muy bien el viernes como hoy (por ayer).
–¿Sentís que vos sos un plus que tiene la Argentina?
–La Argentina, y más de local, tiene la posibilidad de ganar los cinco puntos. Esta vez no se nos dio y hubo que jugar un domingo. Pero yo jugué con la tranquilidad de que si no ganaba estaba Willy atrás para definir. No es que si no gano yo no tenemos chances. De local tenemos equipo. Puede pasar que cualquiera de nosotros juegue mal, pero atrás hay respaldo suficiente.
–Más allá de tu mentalidad ganadora. ¿En algún momento sentiste miedo de perder?
–Miedo no, pero lo pensás. En el quinto set, break abajo, estaba al horno. Si afrontás las cosas con miedo no las podés dar vuelta. Creo que lo pude dar vuelta en el momento justo porque lo fui a buscar, me salieron algunas cosas, él sintió presión y se equivocó. En algún momento pensás que se te está escapando, pero seguís intentando para revertirlo.
–Jugar contra Rusia, ¿va a ser como una revancha de aquella final, aunque esta vez sean las semifinales?
–No sé, va a ser duro aunque juguemos en polvo, tienen jugadores de sobra para esa superficie también. La situación es la misma para los dos: podemos ganar o perder cualquiera de los cinco puntos. Igual falta mucho. Hay que ver cómo llegamos nosotros, cómo llegan ellos. Va a ser una serie sumamente dura y vamos a tener que jugar muy bien.
–¿Suecia fue una buena medida para no llegar confiados?
–Puede que nos ayude y esté bueno, pero hubiera preferido ganar 3-0. Ojo que no nos relajamos. Lo que sabés es que tenés más chances de ganar que de perder, pero en todo momento sabemos que cuando entrás a la cancha tenés que jugar bien para ganar y que no tenés que regalar nada. En la Argentina uno siempre quiere ganar.
–¿Qué fue lo primero que pensaste apenas ganaste y empezaste a sentir esa emoción?
–Ningún pensamiento en particular o persona, sino bronca y desahogo. Tenía necesidad de abrazar fuerte para descargar todo el estrés, la bronca y lo que se vivió.
–En la segunda mitad de la temporada vas a tener tres competencias muy importantes y cercanas en el tiempo: los Juegos, el US Open y las semifinales de la Copa Davis.
–Va a ser un mes y medio muy agitado. Trataré de jugar las tres cosas lo mejor posible.
Nalbandian devora medialunas para saciar tanto hambre después del esfuerzo. Se saluda con el actor Ricardo Darín y posa en la zona de vestuarios con una bandera que firmará para emoción de una chicas y que dice: "Vamos Argentina".
Una fundación para ayudar a los que lo necesiten
David Nalbandian presentará su Fundación hoy, a las 15.30, en el hotel Sheraton. “La idea es ayudar a discapacitados y a la gente que más lo necesite, como escuelas, comedores, hospitales. Hay una primera parte diagramada, según los fondos que se vayan recaudando, para ayudar al hospital público de Unquillo y otras entidades de la zona. Es una forma de devolver lo que recibí. Con la Fundación ampliás mucho más el poder de ayuda. Quiero tratar de ayudar a que vivan un poco mejor o tengan una posibilidad distinta de la que tienen”, dijo el tenista.
LA DAVIS: EL SUEÑO
Como todo argentino sabe ganar la Davis y levantar la Ensaladera es una deuda pendiente que tiene nuestro tenis.
Por eso este año de la mano nuevamente del Luli Macini intetaremos llegar a la final.
Ya estamos en semis y esperamos ganarle a Rusia. Otra deuda pendiente
Por eso este año de la mano nuevamente del Luli Macini intetaremos llegar a la final.
Ya estamos en semis y esperamos ganarle a Rusia. Otra deuda pendiente
martes, 22 de abril de 2008
juego de ping pong
Paddle Ball¿Qué tal se te da el ping pong?, golpea la bola el mayor número de veces posible e intenta entrar en el ranking de los mejores
viernes, 4 de abril de 2008
martes, 1 de abril de 2008
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